
Quienes somos
Somos una organización solidaria comprometida con la asistencia a quienes enfrentan dificultades. Nuestro propósito es brindar apoyo a personas en situaciones de exclusión social.
En la actualidad, nuestros servicios incluyen comedores sociales, una casa de voluntariado, talleres ocupacionales, facilitación de plazas gratuitas en programas de rehabilitación, y una oficina de información que aborda diversas problemáticas. Ponemos a disposición de los usuarios una variedad de recursos.
Nuestra comunidad está formada por voluntarios, algunos de los cuales han sido beneficiarios de nuestros servicios en el pasado y optaron por quedarse y contribuir, además de personas externas que trabajan en conjunto para promover la autonomía personal entre los usuarios.
Sostenemos nuestras operaciones a través de una diversidad de trabajos, como mudanzas, limpiezas, restauración y venta de antigüedades, así como en la gestión de mercados de segunda mano donde se pueden adquirir muebles, ropa y objetos útiles.
Nuestra historia
En 1990, en Alicante, nació “La Sal de la Tierra”. Inicialmente, surgió como una iniciativa de individuos que habían superado problemas de drogadicción y buscaban alternativas constructivas para su tiempo libre y espacios de encuentro.
Nuestra historia comenzó con la apertura de una cafetería sin alcohol, que también servía como lugar de encuentro. Con el tiempo, evolucionamos hacia una Asociación Juvenil benéfica, ofreciendo talleres ocupacionales y charlas preventivas sobre drogas en institutos. Al año siguiente, tomamos la iniciativa de establecer un comedor social.
Esta acción inspiró la apertura de dos comedores más: uno en Alcalá de Henares (Madrid) en 1992 y otro en Vigo (Galicia) en 1994.


Nuestra misión
Ofrecer ayuda de manera efectiva, aprovechando los recursos disponibles, y transmitir a quienes buscan nuestra asistencia que hay un mensaje de cuidado divino y transformación. Inspirados en el versículo “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su único Hijo para que todo aquel que en él crea no perezca, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16, La Biblia).